ROMPECABEZA DE ROSA

Rompecabezas

La primera vez que me respete conscientemente, fue ese beso en la redoma con una amiga, decidí algo que me haría sentir bien a mí, no me obligue, por nada ni por nadie, solo seguí mi interior.

La primera vez que irrespete, en cambio, concurrieron todas esas veces que le cerraba la puerta de mi cuarto a mi bella abuela; a que viene todo esto bueno, creo que este es el estilo que estoy tomando, porque, bueno, es más fácil entender cuando te muestran otra perspectiva.

Después de todo eso pasaron capas y capas de años que aumentaron esas faltas de respeto; y ninguna, se dio por enterada, sin embargo, cada día nos hundíamos más con nuestro amor que se convirtió en gritos y malos tratos.

Ese mismo amor que envuelto por la costumbre mostró la verdadera cada y allí fui queriendo ser firme en mis decisiones, coincidir lo que pienso, siento y digo porque irrespetarme es tener que acompañarte toda una vida solo porque no es justo para ti, porque son dos procesos, pero aquí lo que importa realmente es lo que yo quiero, lo que yo amo, lo que yo siento.

Pero tú eres tú, yo soy yo, yo me respeto y te respeto, y, deje de hacerlo cuando después de tanto insistir me hiciste rechazarte, llegaste a ser mi debilidad, pero, ahora eres mi mayor maestro, porque las veces que te he rechazado me rechazo a mí misma, y, después que me vi a mi misma no vi nada más; ya no estabas tú, solo estaba yo, no sentía, solo decía, gritaba no hablaba.

Un día un sabio preguntó a sus discípulos lo siguiente:

- ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?

Los hombres pensaron unos momentos: - Porque perdemos la calma – dijo uno – por eso gritamos.

- Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? – preguntó una vez más ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?

Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía al maestro.

Finalmente él explicó: – Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Luego preguntó: – ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, por qué? Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

Continuó: – Cuándo se enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente, no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.

Luego el sabio concluyó: Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancian más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.

Definitivamente logras sacar a la luz esa débil mujer, esa mujer herida que solo quiere libertad y menos preguntas, esa niña que en su intento de pedir un poco de respeto te quitó el tuyo, o mejor dicho el de las dos, entonces, percibí que muchas veces intentar forzar verte con deseo me hacía entender que ya no vería de la misma manera esos bellos ojos manchados.

Respiro, observo, mientras escucho las manecillas de ese reloj que compramos en los chinos recién mudadas con el mapa del mundo y pienso, soy capaz de resistir todo esto, lo he logrado, es volver a hacerlo mil veces mejor. SOLA.

Desde que empezó esta relación solo me deje llevar, su manera de amar solo me hacía ceder, más que por ella, por mí, es lo que me dispuse a dar, supongo, agradecida porque me tomaste cuando me estaba cayendo después de tantas cosas, es que mientras lloraba al salir de la embajada fuiste el único abrazo que conseguí, esa voz que me indicó “todo estará bien”; y yo, solo quería llorar porque no entendía que el forzar alguna situación sabiendo que no es el momento también es irrespetarme.

Porque no vi más allá de mis pobres pensamientos y te lastimé haciéndote encajar en mí hasta que lo hiciste tu sola.

De un momento a otro, yo solo quería llegar después de ti, no entendí que no entrabas en mi vida y decidí entrar en la tuya, forzándome a enamorarme de ti.

Me dije, si, realmente me puedo enamorar de ella.

Y, cuando al fin lo hice, también habías cambiado.

Es que realmente por ti cruzaría la cordillera de los andes, en patines, pero ya no tomadas de la mano, ya no de la misma manera, por eso la firmeza es más importante de lo que parece, porque si realmente haces algo con la convicción de que es lo mejor, lo más real y, sincero te darás cuenta que el amor está en cada acción que haces, pero a veces la persona no está preparada para recibirlo.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento, o la persona no está preparada, inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto

Chaplin.